Pasión

En no pocas ocasiones me han preguntado por qué no trato de monetizar el podcast. Otras muchas veces los oyentes nos han dicho que si hiciéramos algún tipo de micromecenazgo estarían encantados de contribuir. Sin embargo siempre hemos tratado de evitarlo y es algo que os aseguro que hemos discutido en numerosas ocasiones. No creo que sorprenda a nadie si digo que hacer un podcast como el nuestro tiene unos costes pero hemos tratado de reducirlos al máximo y son perfectamente asumibles. Tras la adquisición de los micrófonos el único gasto fijo es el hosting de esta página web y el dominio (que incluso se podría evitar) y que asciende a unos 50-60€ al año. Es decir, hacer el podcast me está costando al año lo mismo que cualquier expansión cutre de FFG.


Sin embargo el motivo principal por el que no hemos querido seguir ese sendero es diferente. Nosotros hacemos esto por pasión, disfrutamos con cada tema que tratamos, con cada juego de el que hablamos y, sobre todo, con cada unfollow que damos. Muchas veces nos da pereza grabar, suele suponer que ese día dormimos menos de lo que deberíamos o que tenemos que dejar de hacer otras cosas, pero una vez conectamos el Skype os aseguro que es una gozada. Tratamos de hacerlo lo mejor que podemos pero sin la presión de tener que hacerlo de una manera o simplemente de tener que hacerlo. Disfrutamos cada minuto y os aseguro que en las 2+ horas que dura cada episodio desde que está Preacher hay muchos minutos ¡así que imaginad cuánto disfrute!


No concebiría hacer esto si me supusiera una carga o un estrés. Ya son muchos los casos de conocidos a los que he visto quemados porque se arrogaban una carga que acaban por no poder soportar. Lo que era su pasión se había convertido en su obligación. No quiero que eso nos pase a nosotros y os aseguro que no nos va a pasar. Porque nuestro contrato con vosotros es muy claro en ese aspecto: No hay contrato.


Cuando hago la broma esa de que seleccionamos a nuestros oyentes mediante la ofensa voy por ahí. Para que esto funcione, al menos en mi caso, es fundamental la libertad. Creo firmemente en la libertad de cada cual para escuchar lo que le venga en gana pero, sobre todo, creo en mi libertad para hacer el programa que a mi me apetece y sólo debo responder ante mis dos compañeros, ante mis dos amigos. Porque si eso cambiase la pasión se perdería y si la pasión se pierde no queda nada.