Es recurrente ver continuamente noticias y reportajes alarmistas diciendo lo enganchados que estamos todos a las nuevas tecnologías y particularmente los más pequeños (¿es que nadie piensa en los niños?). Estas semanas sin ir más lejos se debate sobre la posibilidad de prohibir los móviles en los colegios porque los chavales ya no juegan en el patio, sólo se sientan juntos y cada uno mira a la pantalla de su teléfono. Y es que las autoridades se preocupan por nosotros en general y por los niños en particular, no se puede seguir así, hay que legislar, prohibir, hacer mesas de trabajo, pedir informes a expertos…

Mientras las administraciones están sumergidas en esta vorágine salvadora un chaval con camiseta naranja se acerca a la junta de distrito:

¿Qué? ¿Un evento de qué? ¿Juegos de mesa y rol? Así que un fin de semana de Septiembre… ¿Y quieres que abramos una instalación pública para hacerlo? Buff… relléname estos 250 formularios, presentame 4 informes, 1 plan de seguridad y procura que no cueste mucha pasta. Entonces a lo mejor te dejamos este viejo polideportivo en los límites de la ciudad con capacidad para 1500 personas aunque no te lo puedo asegurar hasta Agosto. ¿Cómo? ¿que el año pasado fueron 4000 y este año esperáis 5000? Pues buscáos la vida para controlar el aforo, que no queremos volver a salir en la prensa. Ah! Y no molestes más que hay que salvar a los niños de los malvados videojuegos.

En el momento de escribir estas líneas las Jornadas Ludo Ergo Sum (LES) del año 2018 están llegando a su fin. Quiero aplaudir el impresionante trabajo de organización que hacen los voluntarios cada año para sacarlas adelante. Este año no ha sido menos y a pesar de algunas pequeñas incomodidades la verdad es que el resultado ha sido impresionante. Se habla de cerca de los 5500 inscritos, teniendo en cuenta que el aforo del espacio principal era de 1500 personas.

No soy de los que piensan que los juegos de mesa son una afición por encima de las demás. Deportes, actividades culturales, gastronomía… muchas aficiones, junto a los juegos de mesa, son actividades sanas, interesantes y que enriquecen a la gente. Cada año cuando voy a las LES me doy cuenta de la demanda social que hay en Madrid de este tipo de actividades. Si un grupo de voluntarios, sin a penas presupuesto ni medios y sin promoción alguna es capaz de llevar a 5000 personas a hacer cola a, que me perdonen los vecinos de Aluche, donde Cristo perdió el mechero, ¿qué no se podría hacer con más medios?

¿De verdad no merecemos los ciudadanos que nuestras administraciones ayuden e inviertan realmente en este tipo de actividades? Con tantos concejales, dinamizadores culturales, mesas de estudio y demás eufemismos que están trabajando por nuestro bien…¿tienen que ser unos voluntarios los que monten esto contra viento y marea?

No me malinterpretéis, no tiene nada que ver con el color del gobierno de turno, para mi son los mismos perros con distinto collar, ha pasado, pasa y pasará. Lamentablemente estas cosas no dan votos, y si no da votos no merece ni un minuto. No son manifestaciones por la unidad de España ni por el 1/30 de VTCs. No, somos sólo gente pasando un buen rato en familia y con amigos. Por ellos como si nos quedamos en casa.

Sé que hay quién me dirá que en el caso de las LES el ayuntamiento ha hecho un esfuerzo terrible. Tengo que reconocer que no tengo los datos, pero si lo ha hecho desde aquí les digo que no es ni remotamente suficiente. NO, en Madrid hay gente y ganas como para llenar un pabellón de IFEMA 3 o 4 veces al año. Los ciudadanos estamos deseando tener alternativas de ocio cada fin de semana que no consistan en bajar a tomar un caña al bar de abajo durante el partido de fútbol. Cada año se demuestra en las LES, cada mes se demuestra en los pequeños eventos que montan los diferentes clubs y asociaciones y cada día se demuestra en las partidas que se montan en tiendas y bares. No tiene que ser gratis, estoy convencido de que la gran mayoría pagaríamos una módica cantidad por disfrutar de unos servicios aceptables, lujos como colas razonables, ventilación saludable, servicios de obra, disponibilidad de mesas para jugar sin tener que pelearse...

Pero no os preocupéis, ellos ya se están preocupando por vosotros y por vuestros chavales, el año que viene quitarán los enchufes de las aulas.

PD: No quiero cerrar estas líneas sin acordarme también de las maravillosas editoriales grandes que creo que son las que deberían coger las riendas y hablar con las administraciones. Quizá el idioma que hablen unos y otros sea más similar que el que podamos hablar los ciudadanos.